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17 años de impunidad masacre de Santo Domingo

LA VIDA, LA SOLIDARIDAD, Y LA LUCHA POR LA CONSTRUCCIÓN DE ESE OTRO MUNDO POSIBLE, SE IMPONE ANTE LA BARBARIE, EL HORROR Y EL DESIGNIO CRIMINAL DE UN REGIMEN DEPREDADOR.
Santo Domingo, Tame-Arauca, 13 de diciembre de 1998 – 13 de diciembre de 2015.

La impunidad también le quita fuerza social a las leyes que tipifican y sancionan los crímenes e ilegítima el Estado de Derecho, sobre todo cuando hace caso omiso de las costosas elaboraciones del Derecho Internacional de los Derechos Humanos por parte de la Comunidad Internacional. Javier Giraldo M. S.J.

Santo Domingo continúa dando ejemplo de un pueblo que se levanta a pesar del dolor y la desolación, hombres, mujeres, niños, niñas, adolescentes que decidieron no ceder a las pretensiones del mundo imperial y el Estado colombiano de borrarlo de la faz de la tierra; comunidades organizadas, laboriosas, pujantes y conscientes, pero sobre todo comprometidas con la vida digna, con la igualdad, la justica social y el equilibrio entre los seres humanos y de éstos con la naturaleza.

Ni la muerte, la impunidad, el abandono y los esfuerzos de desarticular el tejido social, han podido acallar su voz que se alza en exigencia de verdad, castigo a los responsables, reparación integral y garantía de no repetición ni han logrado detener el torrente que persiste en su avanzada social ejecutando su plan de vida, con el legado histórico de nuestros ancestros indígenas y campesinos.

JAIME CASTRO BELLO, EDNA MARGARITA BELLO TILANO, LUIS CARLOS NEITE MENDEZ, DEICY KATERINE CÁRDENAS TILANO, OSCAR SNEIDER VANEGAS TULIVILA y GIOVANNY HERNANDEZ BECERRA, niños y niñas masacrados; al igual que NANCY ÁVILA ABAUNZA, MARIA YOLANDA RANGEL, CARMEN ANTONIO DÍAZ COBOS, EDILMA LEAL PACHECO, TEREZA MUJICA HERNÁNDEZ, LUIS ENRRIQUE PARADA ROPERO, ARNULFO ARCINIEGAS CALVO, LUIS ORLANDO MARTÍNEZ CARREÑO, PABLO SUAREZ DAZA, RODOLFO CARRILLO MORA y SALOMÓN NEITE, campesinos y campesinas también inmolados, el 13 de diciembre de 1998, por el Estado colombiano a través de la Fuerza Aérea con el apoyo de la corporación transnacional OXY, como resultado del bombardeo con un dispositivo Clúster de fabricación norteamericana, al caserío de Santo Domingo, municipio de Tame departamento de Arauca, se convirtieron en semilla, faro perenne que alumbran los caminos de las necesarias transformaciones de la sociedad.

Durante estos 17 años el régimen ha intentado no sólo asegurar la impunidad para este crimen de Lesa Humanidad sino además completar su cometido, utilizando todas las herramientas y acciones de que dispone para ello: El aparato judicial, la mentira y la falacia, la amenaza y estigmatización, la manipulación de los grandes medios masivos de comunicación, los montajes, la presión y, re-victimización de las víctimas y el asesinato del dirigente social, víctima y uno de los principales testigos de la masacre, Ángel Trifilo Rivero Chaparro.

Los autores materiales, intelectuales y determinadores, siguen impune, a pesar de la condena a 33 años de prisión como coautores del homicidio múltiple agravado en persona protegida al Capitán Cesar Romero Pradilla y el Teniente Johan Jiménez Valencia, comandantes de la aeronave de la Fuerza Aérea Colombiana desde donde se lanzó la bomba, proferidas en primera y segunda instancia por los órganos judiciales, pues éstos no han sufrido un día de cárcel por estar pendiente un recurso de casación en la Corte Suprema de Justicia, y los demás incluido el comandante de la Fuerza Aérea para la fecha, General Héctor Fabio Velazco, el coronel de la Fuerza Aérea Sergio Andrés Garzón Vélez, piloto del helicóptero Black Hawk UH601, desde donde se disparó cohetes y munición 7.65 contra la población civil, y el mayor Germán David Lamilla Santos a quien se le sindica de haber asignado las coordenadas de los blancos contra los cuales el Coronel disparó, no han sido responsabilizado penalmente.

El caso se continúan presentando como hecho aislado y no producto de una Estrategia Criminal de Agresión guiada por los intereses económicos que el capital transnacional tiene en la región; y el Estado ha incumplido sistemáticamente la Sentencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos que condenó al país en el año 2012 por su responsabilidad en crimen.

El caballo de batalla cacareado ante la Corte Interamericana, “la condena proferida por un Juez Especializado a Grannobles de las Farc como autor de la masacre”, fue en reciente fallo finiquitado por la Corte Constitucional que anuló dicho pronunciamiento en relación con la masacre de los civiles que no era objeto de investigación, quedando evidenciado que se trató de una artimaña jurídica para intentar evadir la condena internacional que de todos modos se produjo.

La transnacional OXY no ha sido responsabilizada judicialmente y sigue saqueando y expoliando nuestros recursos naturales, a costa de la hecatombe ambiental, social y humanitaria generada.

Hoy, una vez más reiteramos, no habrá descanso en la lucha contra esa impunidad, no podrán apartarnos de la defensa de la vida, los derechos humanos y la permanencia en el territorio, de la soberanía y la autodeterminación, contra la explotación, genocidio, etnocidio y ecocidio, con la guía del plan de vida, alimentado con la sangre de nuestros héroes y mártires de este proceso social.

Exaltamos el grado de conciencia de la comunidad de Santo Domingo, de familiares, amigos y compañeros de las víctimas, que los ha llevado al fortalecimiento organizativo y de movilización en exigencia de sus derechos; al Movimiento Político de Masas Social y Popular del Centro Oriente de Colombia y diferentes organizaciones nacionales e internacionales quienes han acompañado a las víctimas y juntos han perseverado en la búsqueda de verdad y justicia.

Frente a este y todos los crímenes del Estado y el mundo imperial ni perdón ni olvido…organización, lucha y movilización.

POR LA DEFENSA DE LA VIDA, LOS DERECHOS HUMANOS Y LA PERMANENCIA EN EL TERRITORIO

FUNDACIÓN DE DERECHOS HUMANOS JOEL SIERRA