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Por un 1 de mayo, internacionalista y proletario! Unidad y Lucha¡

El 1 de mayo como día internacional de la clase obrera, es un homenaje a los Mártires de Chicago de 1886, sindicalistas anarquistas que fueron ejecutados a manos de Estados Unidos, por participar en las jornadas de lucha por las 8 horas laborales, teniendo la Huelga como principal forma de lucha. En Colombia este 1 de mayo debemos recordar a estos Mártires, pero también debemos remembrar a los Mártires de la Masacre de las Bananeras, esos hombres, mujeres y niños que fueron acribillados el 28 de noviembre de 1928 a manos de los sicarios del gobierno de Miguel Abadía, un gobierno títere al servicio de la United Fruit Company de los EEUU, convirtiendo esta fecha en el bautismo de sangre de la clase proletaria en Colombia.


Después de más de un siglo de luchas obreras en Colombia, los trabajadores seguimos peleando por un trabajo digno como sujetos de derechos, las garantías laborales y sociales son cada vez más precarias y sin bajar las banderas continuamos luchando y resistiendo, es evidente que este modo de producción está diseñado bajo las bases de la explotación, alienación y despojo de la clase proletaria. Solo basta ver como hoy día para adquirir un salario mínimo que de hecho no cubre la canasta básica familiar debemos trabajar más de 12 horas diarias, donde el pago nocturno se hace a partir de las 10 p.m. La recarga dominical no existe y se refunde entre días compensatorios, trabajamos muchas veces de domingo a domingo, el descanso es mínimo y que decir de la capacidad de recrearnos hacer deporte o estudiar, compartir con la familia y con los amigos se hace cada vez imposible, aun así la oligarquía desde su cómodas sillas nos llama vagos y perezosos.


El Estado colombiano trata de ocultar la crisis económica que viven los trabajadores del país, maquilla las cifras de desempleo, estigmatiza y persigue a quienes se ganan su diario vivir en las calles, ve al 70% de los trabajadores informales como meras cifras que deben aportar en términos tributarios y con su código de policía penaliza el rebusque de hombres y mujeres que necesitan sobrevivir y a quienes se les ha despojado de su derecho legítimo al trabajo, además cobija la tercerización laboral donde los trabajadores son quienes deben asumir los costos de afiliación a salud y pensión en un maltrecho sistema ocasionado por la ley 100. Con un 17% de desempleo juvenil, orientando como única salida a los jóvenes a prepararse técnicamente para ser parte del ejercito de desempleados y así con un golpe de suerte sean contratados por menos del mínimo y sin garantías laborales ni sindicales, mano de obra joven y calificada a bajo precio es lo que necesita la oligarquía colombiana. Por ende hoy la clase proletaria colombiana nos enfrentamos al macabro y elitista Plan Nacional de Desarrollo del títere Duque, el cual pretende legalizar salarios por debajo del mínimo, reformar el sistema pensional para permitir pensiones inferiores al salario mínimo, acabar con el régimen de prima media y dejar que Colpensiones administre exclusivamente el programa BEPS. Es la misma propuesta que los banqueros a través de Asofondos están haciendo en materia de reforma pensional.


El Plan Nacional de Desarrollo se trata de una colcha de retazos que responde esencialmente a los intereses de los conglomerados empresariales, del capital y de las élites económicas y políticas. En contraste, desmonta derechos sociales y ciudadanos, profundiza el modelo de desarrollo extractivista, concentrador de la riqueza, del ingreso y del poder político.

¡Contra el plan de desarrollo de duque ¡
¡Por trabajo Digno, salud y educación ¡
¡Contra la informalidad e intermediación laboral ¡