Ay trabajador maltrecho.
Qué han hecho con tu rabia
que el sol se ha puesto a tus espaladas,
esperando el largo trecho.
Ahora yerto allí en tu lecho,
Ya no sirven tus plegarias
Ay trabajador humilde.
Ya no aguantan tus mejillas.
Pero tu ya lo sabías
Cuando de a bofetadas tristes,
se robaron cuanto diste
y te quebraron día a día.
Ay trabajador cansado
que te pesa mucho ese martillo.
Te han abandonado en el delirio,
de los justos humillados.
Mira pronto allá a tus lados;
tus hermanos no han cedido
Ay trabajador obrero
Siendo ingrato con tu clase.
Deja ya el pesado lastre;
ya no es tiempo de consuelo.