PRONUNCIAMIENTO A LA CÁMARA DE REPRESENTANTES
Hace muchos años nuestros mayores, ancestros y comunidades indígenas habitamos los páramos, de estos territorios hemos subsistido sembrando y cuidando animales para nuestro sustento, así como para llevar comida a los municipios y ciudades. En estos años hemos cuidado el territorio y la naturaleza; los humedales, nacimientos de ríos y quebradas perviven porque sabemos el valor del agua, de las plantas y animales.
Por firmas, decretos, leyes y resoluciones el gobierno nacional, luego de entregarlos a la minería, se fija en los páramos, no para reconocer al campesino como cuidador del territorio, el agua, la riqueza natural y alimentaria, por lo contrario para ser entregados a las grandes empresas y ser explotados por medio de los bonos de carbono, la venta de agua, el turismo y la extranjerización de la tierra.
Miramos con preocupación cómo el gobierno nacional no ha tenido en cuenta la participación decisoria de las comunidades campesinas en la toma de medidas que afectan nuestra vida, cultura y arraigo. Por el contrario ha hecho oídos sordos a los oficios documentos, cartas, movilizaciones que hemos realizado.
Con la delimitación de los páramos y las medidas de sustitución, el gobierno nacional nos prohíbe nuestro quehacer campesino, ya que nuestra vida está directamente ligada a la tierra, a su cultivo y la producción de alimentos. Con esta delimitación el gobierno nacional nos impone una visión de conservación que desconoce que en los territorios habitamos y trabajamos personas; estas afectaciones no sólo son para quienes estamos directamente afectados. El territorio queda sin sus guardianes, pero también el país entra en una mayor vulnerabilidad alimentaria, aumentando la dependencia de las importaciones.
Llevamos años estudiando las medidas del gobierno, organizándonos y construyendo un pliego de exigencias que se centra en nuestra lucha por ser reconocidos como sujeto de derechos, la permanencia en el territorio, el reconocimiento de nuestra territorialidad y la vida digna. De continuar siendo desconocidos nos veremos en la necesidad de movilizarnos el tiempo que sea necesario.
ASOCIACIÓN NACIONAL CAMPESINA JOSÉ ANTONIO GALÁN ZORRO –ASONALCA- Casanare, Santander, Norte de Santander, Boyacá, Guaviare, Cundinamarca, Arauca, Meta, Vichada y Guainía