Saravena – Arauca – Noviembre 25 de 2018
Comunicado a la opinión pública
El gobierno colombiano y sus normas que promueven la garantía de derecho de las mujeres a una vida libre de violencias esta lejos de ser plenamente efectivo.
La Asociación Regional de Mujeres del Centro Oriente de Colombia Maria Antonia Santos Plata y la Asociación Amanecer de Mujeres por Arauca AMAR comunican que:
Las mujeres hemos sido sometidas a la dominación y segregación resultante de un modelo de producción capitalista que además de llevar a la mercantilización de todas las condiciones necesarias para la vida a beneficio de la clase dominante, reproduce relaciones sociales patriarcales que irradian todos los aspectos de la vida.
Colombia es un país profundamente desigual, que tiene una estructura de gobierno que representa únicamente los intereses de los sectores económicos dominantes y que para ello somete a la clase popular a pagar los costos para que ellos mantengan sus beneficios, por tanto ante cualquier iniciativa del pueblo en busca de justicia social se responde mediante la represión y exterminación de líderes y lideresas.
Además de lo anterior, que representa una violencia estructural garantizada por el estado y su régimen de gobierno, las consecuencias de las relaciones patriarcales se observan en los diferentes tipos de violencia directa de la que son víctimas principalmente las mujeres.
Ante la continua exigencia de las organizaciones de mujeres de la acción estatal frente al problema de la violencia contra la mujer, se han expedido normas que promueven y deben garantizar el derecho de todas las mujeres a una vida libre de violencias, sin embargo la aplicación e implementación tales normas, está muy lejos de ser efectiva.
Solo por dar unos ejemplos, según informe realizado por la facultad de derecho de la universidad libre para el año 2018 cada 28 minutos una mujer es víctima de violencia de género y de 10 casos solo se denuncian 3. Por otro lado, según datos de Medicina legal, se observa un aumento de casos de violencia sexual en mujeres que para el periodo de enero a abril de 2018 fue de 7055 casos, mientras para el mismo periodo del 2017 esta cifra estaba sobre 5808 casos.
Es indignante que en los casos de violencia sociopolítica, el segundo mayor agresor en casos de violencia sexual, fueron las fuerzas armadas, policía y de inteligencia, lo que deja en manifiesto el nivel de riesgo en el que las mujeres se encuentran, al ser violentadas por aquellos que según la ley debe protegerlas.
Además de las alarmantes cifras de la ocurrencia de casos, la impunidad es aun peor, según cifras oficiales que se han socializado en los medios de comunicación, el 90% de los casos de violencia contra la mujer que se denuncian, son absueltos por falta de pruebas.
La falta de protección a las víctimas se puede medir en la ausencia de reglamentación de la ruta definida por la ley 1257 de 2008 y la inexistencia de las garantías para que la víctima se aleje de su victimario o para no depender del mismo en el periodo inmediato del hecho, existen casos en que posterior a la denuncia de un primer hecho de violencia, se presenta el feminicidio por la inoperancia del gobierno y sus instituciones para prevenirlo.
Este tema no está en las prioridades de acción del gobierno, una muestra de ello es que las fallas en la implementación de las leyes 1719 de 2014 y 1257 de 2008, 1761 de 2015 que tienen por objeto reducir la violencia contra la mujer y definir acciones de sanción, se debe principalmente a la falta de los recursos adecuados para dar las garantías a las mujeres tanto de investigación y sanción del hecho, como de la protección para evitar represalias. A la par se observa un interés por elevar los presupuestos para la guerra en el marco de la cual, las cifras de violencia aumentan.
Por estas razones hacemos un llamado a la sociedad especialmente a las mujeres para que mediante la organización, luchemos por una sociedad en la que no se naturalice la violencia contra la mujer y se supere la cultura patriarcal, pero además a superar las relaciones de dominación a las que nos someten como clase.
En lo inmediato llamamos a unirnos para reclamar el funcionamiento de la ruta que define la ley para actuar frente a los casos de violencia contra la mujer, con sus debidas garantías para por lo menos buscar la reducción de estas violencias a las que día a día están expuestas las mujeres.
Responsabilizamos al gobierno por no hacer adecuada implementación de las leyes para prevenir la violencia contra la mujer y exigimos que se haga la destinación presupuestal para para hacer posible la implementación de las herramientas para la prevención de la violencia física y sexual.
A los entes internacionales invitarlos a ser garantes y veedores de que el gobierno se comprometa realmente a solucionar esta problemática.
Porque en esta causa justa no descansaremos hasta que sean reconocidos y garantizados nuestros derechos de mujeres y gocemos de una vida libre de violencia Porque donde nace la vida Crecerá la justicia y Llegará la libertad Porque todas somos una y una somos todas