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Mensaje a los y las militantes del centro oriente de Colombia

Centralizador Regional 10 diciembre 2019

La lucha política y social de las miles de organizaciones que hoy se abalanza en las calles de nuestro país apoyadas por millones de voces que ven la justeza de sus luchas, es legítima y urgente, pese a que quienes retamos el poder reaccionario seamos perseguidos, exterminados, condenados al destierro o al encierro ilegal y sistemático.

La política del miedo, del exterminio, de la persecución, del estigma y de la deslegitimación de nuestras causas ha sido una permanente del Estado colombiano, el cual cabalmente esta hecho a la imagen y semejanza de los intereses de las minorías que han enterrado el porvenir de nuestro país por el beneficio de sus intereses mezquinos como clase dominante.

Durante los últimos años el Movimiento Político de Masas Social y Popular del Centro Oriente de Colombia ha sufrido una cínica y temeraria ola de persecución, asesinatos, judicializaciones, destierros, amenazas y amedrentamiento público por parte del Estado colombiano, medios de comunicación parcializados y entidades judiciales, militares, policiales y grupos paramilitares que han actuado sin reparo alguno en contra de nuestra colectividad.

Liquidar nuestras apuestas sociales y políticas, amedrantar nuestras comunidades, desestabilizar a partir de la política del miedo la calma de nuestros líderes y lideresas en animo que descreamos y desechemos la opción de materializar para nuestra región y el país nuestro Plan de Vida, es el propósito.

Los y las militantes, lideresas y líderes del centro oriente de Colombia somos conscientes de esta difícil situación que nos enfrenta a temerarias fuerzas empecinadas en destruirnos, física, mental y socialmente como alternativa de cambio.
Debemos fortalecer nuestra unidad como clase popular, arraigar nuestras convicciones, oponernos a la estrategia de desgaste y exterminio de la que somos objeto, rodear nuestros acumulados y dirigentes, avanzar en la materialización de nuestros planes y proyectos y fortalecer los vientos de cambio que se han tomado los campos y ciudades de nuestra Colombia.

No debemos avergonzarnos de nuestra causa, de lo que somos y queremos, de lo que hacemos cotidianamente para que este país sea mejor.
Nos debemos enorgullecer de nuestra valentía y entrega a la justa causa de los explotados, persistir en nuestras apuestas y propósitos por la nueva sociedad y recordar que las luchas del presente son los cambios del futuro, sin reparo alguno:

Adelante compañeras y adelante compañeros
Qué la lucha popular es el único camino

Por una Colombia libre y soberana
Unidad y Lucha